Actualmente, el ser humano ha evolucionado notablemente no solamente en esperanza de vida sino también en términos «físicos». Las antiguamente archiconocidas crisis de los 30, de los 40 y de los 50 han pasado a ser más un mito que una realidad propia de 2017.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Por supuesto, la apariencia es importante, pero a partir de los 30, debemos empezar a cuidarnos seriamente para poder llegar a los 50 en plenitud física y mental.
Hacer ejercicio, llevar una dieta y una alimentación equilibrada, dejar de fumar en caso de hacerlo, tratar de descansar más y mejor… Todos estos factores afectan y mucho durante estas dos décadas.
Cuando tienes 30 años, uno de los aspectos que más puedes notar es cómo aumentan tus obligaciones. Generalmente, a día de hoy en España, las parejas comienzan a tener hijos en torno a los 30 años, más responsabilidades en el trabajo y una casa que mantener, generalmente en común. Todo ello como resultado conlleva muchas alegrías, pero el nivel de estrés al que sometemos nuestro organismo también es mayor.
Es por ello que esta etapa, comprendida entre la treintena, y preferiblemente no más tarde de cumplir la mitad de siglo, es la recomendada por todos los expertos para contratar un seguro de vida, que permitirá asegurar nuestro patrimonio y garantizar a nuestra familia estabilidad en caso de que desafortunadamente ocurra alguna desgracia.
En caso de que hayas adquirido tu casa mediante una hipoteca, deberá cubrir al menos el importe del capital pendiente de la hipoteca para poder dejar la vivienda a la familia libre de cargas.
Incluso, es más que recomendable aumentar el capital del seguro de vida para que cubra al menos nuestro salario neto de 5 años. Esto se debe a que, por norma general, una familia después de sufrir una desgracia que priva a la familia de ingresar el salario del cabeza de familia tarda aproximadamente 5 años para volver a conducir los gastos familiares. Si en la pareja, como es normal hoy en día, los dos trabajan, lo mejor será contratar 2 seguros. Evidentemente si tus posibilidades permiten cubrir un mayor numero de años de ingresos netos, no dudes un solo segundo en hacerlo.
Para calcular el capital a asegurar, es necesario calcular los ingresos netos mensuales después de impuestos que recibe su familia. A continuación hay que multiplicar esa cifra por 60 y asegurar ese capital como mínimo en su seguro de vida.