Los instrumentos de cuerda sufren frecuentemente daños al utilizarlos en ensayos, clases, conciertos, traslados, viajes en avión o en tren, además de sufrir deterioro por su uso normal y por condiciones externas al propio instrumento:
Temperatura y Humedad
Los niveles de temperatura y humedad varían drásticamente entre el invierno y el verano. Los instrumentos de cuerda están hechos principalmente de madera, la cual se expande con la humedad en los meses de verano y se contrae en el invierno, pudiendo causar pequeños inconvenientes como zumbidos y aperturas menores o problemas más graves, como grietas. Estos problemas se pueden evitar de dos maneras:
- Utilizando su funda cuando la humedad esté por debajo de los niveles comprendidos en el rango normal.
- No exponiendo el instrumento a temperaturas extremas, como por ejemplo, dejándolo en el coche tanto en invierno como en verano.
Limpieza
Es importante limpiar regularmente todos los componentes del instrumento. Cuando la resina se acumula puede dañar algunos tipos de barniz y puede hacer que el sonido de las cuerdas sea deficiente.
Cuerdas
Cambiar las cuerdas del instrumento regularmente asegurará el mejor sonido posible. Se recomienda a los músicos profesionales que cambien sus cuerdas cada seis meses. Los estudiantes, generalmente deberían reemplazar sus cuerdas anualmente. La mayoría de las cuerdas tienen un período de adaptación de algunos días antes de que se estabilicen, permanezcan afinadas y suenen en las mejores condiciones.
Puente
Debido a que el puente es un elemento frágil y no está pegado a la tapa del instrumento, es necesario prevenir cualquier impacto en un área tan sensible. Es conveniente asegurarse de que el puente permanezca derecho y en forma vertical. Generalmente los puentes se inclinan hacia adelante o hacia atrás, en dirección a las clavijas o a los afinadores. Si el puente permanece en esa posición, se acabará doblando por la presión ejercida por las cuerdas. Un puente que está ligeramente doblado puede ser enderezado por un profesional. Sin embargo, si el puente está muy doblado necesitará ser reemplazado.
Además de estas acciones preventivas, es realmente aconsejable contratar un seguro para instrumentos musicales con el fin evitar grandes desembolsos en reparaciones o en la compra de un instrumento nuevo. Puesto que no podemos controlar todos los factores de riesgo que rodean a nuestro instrumento, la mejor forma de prevenir es contratar una póliza para protegerlo ante cualquier siniestro.